Friedrich Nietzsche dijo que “Quien tiene porqué vivir encontrará siempre un cómo” para referirse a la necesidad de encontrar un propósito por el que vivir. En mi opinión y coincidiendo totalmente con el autor referido, cualquier persona debe buscar cuáles son las motivaciones y prioridades en su vida, en una palabra, aquellas razones que dan sentido a nuestra vida.
Cuando no marcamos objetivos, quedamos inmersos en un mar de expectativas incumplidas, por querer abarcar todo, no definimos lo que queremos o nos conviene y finalmente no logramos nada y estaremos en un océano a merced de las olas. Una mirada introspectiva para conocernos mejor, despejará las dudas que no nos dejan ver claramente. Si esta reflexión, que entiendo compartida por todos, no la aplicamos a nuestra vida profesional o empresarial, posiblemente no sea posible consolidar el principal precepto absolutamente olvidado que debe presidir cualquier empresa, esto es, se le presupone vida indefinida.
Pues bien, si observamos los términos utilizados, propósito, prioridades y razones que dan sentido a nuestra vida, expectativas, vida indefinida, etc., todos son conceptos de largo plazo, con un marcado contenido estratégico.
Una de las definiciones de estrategia más acertada es “el patrón de los principales objetivos, propósitos o metas y las políticas y planes esenciales para lograrlos, establecidos de tal manera que definan en qué clase de negocio la empresa está o quiere estar y qué clase de empresa es o quiere ser” (Kenneth R. Andrews), que nos hace entender que los esfuerzos de cualquier organización deben estar dirigidos y coordinados hacia la consecución de los objetivos de la empresa, algo que en muchas ocasiones, por no decir en la mayoría, está totalmente olvidado principalmente en las Pymes.
Llegado este punto, puede que haya despertado nuestra intención de hacer tal reflexión y marcar un rumbo, con el objeto de la consecución de nuestros objetivos, pero no debemos olvidar, obviamente, que no podemos intentar, siendo realistas, lo que no podemos conseguir, de ahí la importancia como decía, de hacer una revisión introspectiva pudiendo ser mediante un análisis DAFO. Nos suena, ¿verdad?, Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades, pues, ¿por qué no lo utilizamos?
El análisis DAFO desde el punto de vista empresarial, debe ser realizado por todas las compañías, también por las pymes, puesto que proporciona una visión global de la situación, sirviendo para establecer tanto los objetivos estratégicos como las formas de alcanzarlos (políticas y planes de los que hablaba Andrews).
Como conclusión a esta reflexión, me gusta compartir lo que opino y que coincide con muchas personas en mi entorno, nuestros negocios son, en otra dimensión, como nuestros hijos, les hemos dado la vida y prestamos nuestro máximo esfuerzo en cuidarlos día a día, pues, no caigamos en el error de dejarnos arrastrar por las olas, reflexionemos y conciliemos quienes somos con unos objetivos claros y alcanzables, todo ello desde una perspectiva estratégica.
En blázquezAsociados asesoramos a empresas y particulares en cuestiones económicas y jurídicas desde una cultura de servicios marcada por los valores de compromiso y cercanía.
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