Los pequeños de la casa tendrán que tratar con el dinero en algún momento de su vida, necesitarán gestionar sus finanzas personales, pero realmente cuando llega el momento: ¿tienen nociones básicas de educación financiera adecuadas para no cometer errores que les puedan condicionar su futuro?
En mi opinión es realmente sorprendente que en los colegios no se expliquen, aún de manera superficial, conceptos como deuda, ahorro, diferencia entre gastos e inversiones o la contabilidad familiar, cuando tendrán mucho más impacto en sus vidas que muchas cosas que se les enseñan. A día de hoy me encuentro gente con preparación académica que no comprende bien su nómina, por poner un ejemplo habitual.
¿Por qué no hay una actividad extraescolar de “Educación financiera para niños”, igual que se estudia idiomas o se aprende informática? Seguramente la respuesta es que no habría suficiente demanda ni interés para estas actividades, cuando la realidad es que es un tema trascendente y que a todas las personas les afectará en mayor o menor medida.
Hay una corriente de opinión que dice que a los Estados les interesa una población ignorante en temas económicos, porque se favorece el consumo, el crédito y la dependencia del Estado. Es lo que se conoce como la carrera de la rata, concepto que definió el empresario y escritor americano Robert Kiyosaki en su libro Padre Rico Padre Pobre, y que describe aquella situación en la que tus gastos tienden a crecer al mismo ritmo en que aumentan tus ingresos, y por alguna razón el dinero nunca es suficiente para quienes están inmersos en este círculo vicioso.
Si no tienes claro si estás dentro de la carrera de la rata, puedes hacerte las siguientes preguntas que seguro te aclararán y servirán de reflexión:
– ¿Llevas un presupuesto familiar?
– ¿Compras cosas en descuento sin necesitarlas?
– ¿Realizas compras impulsivas?
– ¿Eres usuario de tarjetas de crédito?
– ¿Sabes lo que gastas en comida, ropa u ocio?
– ¿Tienes objetivos de ahorro alcanzables y los cumples?
– ¿Si has tenido algún sobresueldo has elevado tus gastos sin casi darte cuenta?
Una formación básica en finanzas desde jóvenes, adaptada a cada edad, podría evitar muchos problemas económicos en el futuro y sería la primera piedra para evitar dramas personales y familiares, como malas inversiones, asumir deudas por encima de nuestras posibilidades, no prepararse para la jubilación y otros muchos casos.
Por otro lado, sería poner la semilla para formar a jóvenes que no recibiendo enseñanzas diarias por medio del ejemplo de sus familiares, al menos cuenten con recursos aprendidos sobre conceptos financieros con un material sencillo de entender, que sea motivante y no aburrido y que permita al niño formarse sin la ayuda de un mayor, sería dar un gran paso para aumentar la cultura financiera de nuestros jóvenes y aumentar las probabilidades de no cometer fracasos de tipo financiero que limiten su felicidad y crecimiento personal.
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Ángel Sánchez