Como ya venimos conociendo en los últimos años el Black Friday se ha consolidado como una de las fechas esenciales del comercio a nivel mundial. La campaña se caracteriza por ofrecer algunas de las mejores ofertas y descuentos del año en un día concreto.
El Black Friday o viernes negro tiene su origen en Estados Unidos. Se celebra el primer viernes después de Acción de Gracias (cuarto jueves de noviembre). Se trata de un fenómeno del comercio minorista que supone un gran aumento de la economía de los comercios.
Su historia comenzó en los 60, momento en que el comercio minorista estadounidense quería aumentar sus ventas durante las fiestas. No obstante, la expresión Black Friday se empezó a usar con el sentido que hoy conocemos en 1961 en la ciudad de Filadelfia, cuando un boletín público alertaba del caos que se estaba produciendo en las calles de la vía pública por las rebajas del día posterior a Acción de Gracias.
Por si fuera poco, aparece en escena en los últimos años, el Cyber Monday, (se celebra el lunes siguiente al último viernes de noviembre) como extensión del Black Friday, siendo una alternativa más cómoda de realizar compras con rebajas especiales en productos y servicios pero a través de Internet y desde la comodidad de tu casa.
Como contraposición a estos dos FENOMENOS ha nacido el BND “Buy Nothing Day” o Día Sin Compras.
Es una protesta que se celebra el último viernes de noviembre y en la que se invita a toda la población a no consumir nada con la finalidad de denunciar el actual modelo de producción y consumo, promoviendo formas de consumo alternativo.
El Día sin compras fue fundado por el artista de Vancouver Ted Dave y posteriormente promovido por la revista canadiense Adbusters. Los participantes de este movimiento se abstienen de comprar cualquier cosa durante 24 horas como una exhibición concentrada del poder del consumidor.
Fuera de todos estos fenómenos de blanco o negro, todo o nada, lo más razonable podría ser realizar un consumo responsable.
El consumo es bueno para la economía, y está claro que en estas fechas todos tenemos cosas que comprar. Tal vez la forma más útil de plantearlo sería realizar un Plan de compras, un análisis previo de tus necesidades presentes y futuras y posteriormente tirar de tarjeta sin que queme.
Realizar la inversión en estos días, en los que consigues descuentos más elevados, es una buena opción, pero controlando, de esta manera evitamos engaños, compras innecesarias y vaciar el bolsillo antes de tiempo.
Os indicamos algunos consejos de organizaciones de consumidores para las compras durante estas fechas:
– Fijarse en el precio y no en el «ahorro». Confirmar si el producto que vamos a comprar realmente vale lo que cuesta. Así se evita el riesgo de caer en la trampa del precio original inflado artificialmente.
– Investigar con anticipación acerca de los productos que queremos. Revisar que comercios los venden y hacerles seguimiento.
– Comprobar los precios en internet antes de ir a las tiendas. Si es posible comprarlo por internet evitamos colas innecesarias.
– Ser precavido a la hora de comprar marcas desconocidas o modelos desconocidos de marcas conocidas (pueden ser un producto derivado y realmente no estar disfrutando de ninguna rebaja).
– Crear con anticipación cuentas en los comercios que nos interesan para ahorrar tiempo y registrarnos para recibir información sobre productos en oferta.
– Verificar si el comercio ofrece igualar los precios de la competencia, así como su política de devoluciones y de servicio postventa.
Una vez visto todo esto no queda más que ¡LANZARSE!.
¡ADELANTE y FELICES COMPRAS!
blázquezASOCIADOS Tributarios
Soledad Marín