Casi 100 impuestos. Concretamente 97. Esta es la cifra total de gravámenes que hay en España, sumando los del Estado y las Comunidades Autónomas, y que el año que viene llegará hasta los 98 con la creación de la nueva figura que grava las bebidas azucaradas y carbonatadas e, incluso, podría ascender hasta 99 si también se acaba creando otro gravamen medioambiental.
Esta importante cantidad de impuestos, que ha sido recopilada por la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf), contrasta con los 68 que había en 2013. Esta evolución constata que la voracidad recaudatoria de las administraciones centrales y regionales ha provocado la creación de 29 nuevas figuras o, dicho de otra manera, casi 10 impuestos nuevos al año.
Entre las 97 figuras están algunas muy conocidos como el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) o el Impuesto sobre Sociedades. Pero también otros que no lo son tanto y que forman parte de la maraña de figuras que existe en las comunidades.
“La sensación de que en España hay una maraña de figuras tributarias en cada Comunidad Autónoma es absolutamente cierta“, explica Helena Pujalte, directora del gabinete de estudios de la Aedaf, que señala que «según un reciente estudio publicado por la Fundación Impuestos y Competitividad, España es el país de la UE más descentralizado en cuanto a capacidad normativa en materia fiscal. Incluso de los 34 países de la OCDE, solo Canadá (49%), Suiza (39%), EEUU (36%) y Suecia (35%) superan a España (32%) en cuanto a porcentaje de recaudación tributaria de gobiernos regionales y locales respecto del total».
Por ello, Pujalte asegura que “no es necesaria la actual disparidad normativa, se puede recaudar lo mismo con un sistema tributario mucho más simple“. Y pone el siguiente ejemplo: “Según los últimos datos de recaudación de las Comunidades Autónomas publicados por el Ministerio de Hacienda y Función Pública (2013), el conjunto de tributos propios autonómicos recaudó tan solo 1.800 millones de euros; si tenemos en cuenta que aquel año se recaudaron 2.400 millones de euros con el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, está claro que no tiene mucho sentido esta disparidad normativa que sólo genera inseguridad jurídica a los administrados”. Además, la Aedaf recuerda que en esta cifra no están incluidas las diferentes tasas de los ayuntamientos, ni determinadas contribuciones especiales.
Para el año que viene, como ya se ha señalado, el Ministerio de Hacienda creará un gravamen a las bebidas azucaradas y carbonatadas. Su creación se espera para las primeras semanas del año y, aunque todavía no se han dado muchos detalles sobre la figura, los cálculos del Gobierno es que aportará 200 millones de euros. No está tan claro qué ocurrirá en el ámbito medioambiental. Hacienda adelantó a comienzos de este mes, cuando explicó la nueva subida de impuestos y el endurecimiento fiscal, que recaudará con las figuras medioambientales y se dio por hecho que crearía un nuevo impuesto. Sin embargo, fuentes del Ministerio han explicado a este periódico que todavía no está claro si finalmente se creará un nuevo gravamen o se modificará el actual.
Fuente: Daniel Viaña (El Mundo, 27 de diciembre de 2016)
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