Posiblemente esta sea una de las decisiones importantes que una persona se plantea en su vida, incluso, dicha decisión puede variar mucho del momento personal o profesional en el que cada uno se encuentre, pero en definitiva supone un paso importante a tomar y por tanto, requiere de un análisis previo de la situación.
A grandes rasgos, España es un país con un alto sentimiento de propiedad, nos gusta tener “nuestra” casa, en contraposición a la mayoría de países europeos con otras preferencias. Sin embargo, la gran crisis, sufrida en los últimos años en España, ha propiciado que el alquiler fuera la primera opción a considerar frente a la compra, debido fundamentalmente al restringido acceso al crédito por parte de las entidades financieras, a la inestabilidad laboral y a la incertidumbre creada en todos los aspectos, lo que hacía que se mantuviera una posición de prudencia frente a inversiones de gran envergadura.
¿Qué ha ocurrido entonces con el alquiler? : Pues que al tener una gran demanda, ésta ha hecho que el precio suba, llegando a unos valores, en muchos casos, desorbitados. Por tanto, ahora que “parece” que volvemos a tener confianza en el mercado, que las expectativas de crecimiento son buenas, y fundamentalmente, que las entidades financieras han abierto el grifo de la financiación, volvemos a plantearnos, al ser algo interiorizado en nuestra cultura, si no sería mejor que el gasto mensual que tenemos tanto en un alquiler como en una compra, al final revierta en algo “nuestro”.
Para ver qué interesa más, podemos recurrir a determinadas calculadoras que la red nos ofrece; en concreto, vamos a hacer referencia a un ejemplo concreto publicado recientemente en el que la vivienda es un piso de 3 dormitorios, en Leganés, cuyo precio de venta sería 200.000 €, con una cuota aproximada de 550 €/mes y alquiler de 650 €/mes. Este es el resultado:
A pesar del resultado económico, existen otros factores a tener en cuenta a la hora de tomar la decisión, influyendo sobre todo las circunstancias personales de cada uno, la aversión al riesgo, o el condicionamiento legal.
Lo cierto es que, se está volviendo a la compra de viviendas frente al alquiler, con un mercado inmobiliario que se mantiene al alza, motivado también por la modificación de la Ley Hipotecaria que supondrá más seguridad para el consumidor, y que se puede resumir en los siguientes puntos clave:
1. Información clara, sin cláusulas ocultas y sin ambigüedades
2. El notario, actuará como una garantía para el consumidor
3. No será obligatoria la contratación de productos asociados
4. La entidad financiera no podrá abusar de la cláusula de vencimiento anticipado como herramienta para los desahucios
5. Facilidades para el cambio de entidad financiera
6. No habrá que pagar por devolver el dinero antes de tiempo
7. Limitaciones a las penalizaciones por demora
8. Se podrá cambiar de tipo de interés variable a fijo, o de moneda, sin penalización.
Al final, no podemos dar una respuesta clara a la pregunta inicial, ¿alquiler o compra? La duda sigue estando, y no hay una opción mejor que otra, sino que todo depende de las preferencias de cada persona, ¿tú qué harías?
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En blázquezAsociados asesoramos a empresas y particulares en cuestiones económicas y jurídicas desde una cultura de servicios marcada por los valores de compromiso y cercanía.
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